Por Sergio Martínez Nebreda y Carla San Román

La ciencia y el arte han estado estrechamente ligados a lo largo de su historia, evolucionando de manera paralela e influyéndose mutuamente. Desde sus orígenes, ambas disciplinas han tenido una relación casi simbiótica con un objetivo común: generar cultura. Han explorado conjuntamente áreas del conocimiento basadas en la observación, la experimentación, y la interpretación de la realidad, pero también se han beneficiado mutuamente de innovaciones técnicas y metodológicas. Lo visual es uno de los medios de transmisión más comunes y prolíficos en el arte. Este medio permite transmitir ideas complejas de manera sencilla y directa (“vale más una imagen que mil palabras”) y, en esto, la ciencia tiene un punto de conexión importante con el arte.

El estudio de la naturaleza parte de la observación, y la observación surge de lo visual. Sin embargo, en este binomio ciencia-arte falta un tercer pilar: quien observa, estudia y difunde, así como quien recibe, asimila e interpreta esta información (la llamada transferencia cultural). Las Ciencias Naturales requieren de un componente visual fundamental que sirva tanto para la entrada de la información que proviene de la naturaleza, como para la transferencia del conocimiento que se genera a partir de su observación y estudio. La Paleontología, como ciencia natural que estudia la historia de la vida, tiene sus aspectos particulares, ya que depende de la observación de los restos de la vida pasada en el planeta, los fósiles. Éstos aportan información muy variada, aunque en ocasiones incompleta, por lo que su entendimiento está sujeto a las interpretaciones fundadas que puedan extraerse de ellos y que sirvan para reconstruir su aspecto y generar conocimiento. Estas interpretaciones utilizan las herramientas visuales como medio para representar la realidad pasada, pero también para transmitirla a un público muy variado. Esta idea se sintetiza muy bien en el lema del famoso paleontólogo estadounidense de principios del siglo XX, Henry F. Osborn: “ser testigo del pasado a través de la vista”, lema que usó para transformar el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York y con el que pretendía usar la comunicación visual para alfabetizar científicamente a los visitantes.

Fig. 1. Cartel de presentación de la exposición “LIFE ON eARTh” que tendrá lugar en el hall de Biología del 11 al 29 de noviembre, y las actividades asociadas a esta exposición, con charlas y tours guiados.

Las herramientas visuales más extendidas en la paleontología son la ilustración científica (y su variante más interpretativa, el paleoarte), la fotografía científica, y el uso de modelos físicos y esculturas para tratar de reconstruir en vida a los organismos pasados. El Centro para la Integración en Paleobiología (CIPb-UAM) y el Equipo de Las Hoyas, de la Unidad de Paleontología del Departamento de Biología de la UAM, han querido unir estas tres disciplinas en la exposición “LIFE ON eARTh”. La exposición, que con su nombre (“la vida en la Tierra”, pero también “la vida en el Arte”) ya contiene la idea de este triángulo Vida-Tierra-Arte, consistirá en una representación visual de cómo el trabajo científico de la paleontología se puede expresar a través del arte para llegar al público general. Por un lado, se expondrán ilustraciones de reconstrucciones de organismos y ecosistemas del pasado realizadas por paleoartistas reconocidos internacionalmente, como Óscar Sanisidro (premio Lanzendorf de National Geographic) o Stephanie Abramowicz (paleoartista del Museo de Historia Natural de Los Ángeles). Por otro lado, se mostrará una galería de fotografías artísticas (realizadas por el fotógrafo de naturaleza Javier Lobón Rovira) del yacimiento excepcional de Las Hoyas, un ecosistema de 129 millones de años de antigüedad que recientemente ha sido declarado como uno de los 200 sitios geológicos con mayor relevancia mundial por la IUGS (enlace a la noticia), reconocimiento que fue celebrado con una exposición de fotografías en la Facultad de Ciencias entre el 21 y el 25 de octubre. Finalmente, el broche a esta exposición viene de la mano del paleoartista escultor Víctor García Peco, que presentará en exclusiva la escultura hiperrealista de la especie fósil Concornis lacustris, ave primitiva del yacimiento de Las Hoyas cuyo estudió permitió concebir a las aves como dinosaurios voladores, ayudando a comprender su origen y evolución.

Fig. 2. Esta fotografía de un cocodrilo del yacimiento paleontológico de Las Hoyas mostrado como una pieza de arte es una de las que compondrán la exposición, que aúna ciencia, fotografía, dibujo y escultura para retratar parte de la historia de la vida en la Tierra. Autor: Javier Lobón Rovira

La exposición se inaugurará el lunes 11 de noviembre a las 14.30h en la Sala de Grados del Edificio de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, donde el equipo de investigadores y artistas presentará el proyecto y hablará de las obras expuestas. La exposición, que se alojará en la entrada del Edificio de Biología, podrá visitarse desde el momento de su inauguración hasta el 29 de noviembre. Además, irá acompañada de tours guiados (formulario para apuntarse a la actividad) y de ponencias invitadas de entre sus colaboradores: Víctor García Peco con De la roca al aire, reconstrucción de un ave fósil el lunes 11 de noviembre a las 14.30h, y Óscar Sanisidro presentando Paleoarte y Ciencia: reconstruyendo el pasado, el jueves 21 de noviembre a las 13.30h. Con estas actividades, que forman parte de un proyecto de Transferencia Cultural financiado por la Universidad Autónoma de Madrid y coordinado por Sergio Martínez Nebreda (investigador postdoctoral del CIPb-UAM y el NHMLAC), se busca comunicar de manera didáctica y artística el trabajo de los/as paleontólogos/as de la Unidad de Paleontología de la UAM y de otras instituciones colaboradoras, dándole una perspectiva cultural, usando el arte visual, y en concreto el dibujo, la escultura y la fotografía, como medios para transmitir a la comunidad universitaria y al público general el conocimiento que genera esta disciplina en su contexto actual, así como las innovaciones tecnológicas en las que se basa.

Sergio Martínez Nebreda es doctor en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid. En la actualidad es investigador postdoctoral ligado al Centro para la Integración en Paleobiología de la UAM (CIPb-UAM) y al Natural History Museum de Los Ángeles. Su investigación se centra en el origen y la evolución de las aves, así como en la evolución a gran escala de la forma biológica, especialmente del cráneo de vertebrados terrestres. Forma parte del proyecto de investigación del yacimiento de Las Hoyas (PID2023-147427NB-I00) y es coordinador del proyecto de Transferencia Cultural que financia la exposición “Life on eARTh”.

Carla San Román, graduada en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid y, en la actualidad, estudiante del Programa de Doctorado en Biología (UAM) y miembro del Centro para la Integración en Paleobiología. Su investigación se centra en el estudio del registro fósil para comprender el origen de los linajes modernos del grupo más diverso de peces, los teleósteos. Forma parte del proyecto de investigación del yacimiento de Las Hoyas (PID2023-147427NB-I00), y participa en actividades y proyectos de divulgación que tratan de llevar al público general la paleontología como medio para entender la diversidad de la vida.