¿Cuáles son los factores clave en las radiaciones de las ardillas durante el Cenozoico?
Las ardillas son una familia de roedores muy diversa. Se han descrito casi 300 especies, y además están presentes en todos los ambientes terrestres que existen en el planeta, desde los bosques tropicales a los desiertos cálidos y fríos. Pero ¿por qué hay tantas especies de ardillas? Un trabajo liderado por investigadoras e investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Geociencias (UCM-CSIC) estudia cómo algunas características de las especies de ardillas condicionan su éxito evolutivo ante los cambios climáticos globales.
El factor más relevante ha resultado ser el grado de especialización ecológica. Es decir, su capacidad de habitar muchos o pocos ambientes. “Las especies más restringidas climáticamente (es decir, las que están presentes solo en un ambiente muy determinado) tienen más posibilidades de extinguirse por destrucción de su hábitat. Pero por la misma razón, tienen más posibilidades de generar nuevas especies. Al fragmentarse su hábitat debido a los cambios climáticos, sus poblaciones se dividen y, si logran sobrevivir suficiente tiempo, el aislamiento continuado favorece la especiación”, comenta Iris Menéndez, primera autora del artículo publicado en la prestigiosa revista Mammal Review. Sin embargo, las especies que son capaces de habitar en climas muy distintos tienen menos dependencia de su entorno y los cambios climáticos les afectan menos. Por ello, esas especies son más longevas, y pueden perdurar durante millones de años sin cambios sustanciales.
Además, en este estudio se comprueba que las especies presentes en zonas montañosas también tienen más probabilidad de generar especies nuevas. Durante los ciclos cálidos, diferentes poblaciones pueden quedar aisladas en las zonas altas, convirtiéndose finalmente en especies distintas si esta situación se prolonga suficiente tiempo.
Pero también hay otros factores que pueden afectar a la respuesta de las ardillas frente a los cambios en el ambiente. Por ejemplo, en su origen, todas las ardillas eran arborícolas. Posteriormente, algunos linajes se adaptaron a la vida terrestre, lo que les permitió ocupar nuevos ambientes. “El área con mayor número de especies de ardillas es la región Indomalaya, con unas 117 especies distintas. Sin embargo, los análisis muestran que las ardillas terrestres norteamericanas son las que más especies han generado en un periodo más corto de tiempo. Allí encontramos todas las ardillas listadas (chipmunks en inglés), perritos de las praderas y marmotas, que se extendieron por Norteamérica ocupando sus praderas. Podemos explicar esto ya que ser terrestres les permitió explotar recursos nuevos y adaptarse a estas nuevas situaciones”, comenta la investigadora.
Referencia: Menéndez, I., Gómez Cano, A.R., Cantalapiedra, J.L., Peláez-Campomanes, P., Álvarez-Sierra, M.A. & Hernández Fernández, M. 2020. A multi‐layered approach to the diversification of squirrels. Mammal Review ISSN 0305-1838