En Larache se han encontrado las huellas de Homo sapiens más antiguas del norte de África. Este descubrimiento “único” no sólo arroja luz sobre la evolución del Homo sapiens en Marruecos, sino también sobre diversos aspectos de la vida de los primeros humanos.

Un total de 85 huellas humanas han sido identificadas por un grupo de investigadores dirigido por Mouncef Sedrati, profesor-investigador del laboratorio de Geociencias Oceánicas de la Universidad Bretaña Sur de Vannes, en el que han participado profesores del Grupo de Investigación RNM276 Geociencias Aplicadas de la Universidad de Huelva, así como colegas de las universidades de Cantabria, Oviedo, CITIUS de Sevilla, y expertos de las universidades de Aix Marseille (Francia), Tübingen (Alemania), y Abdelmalek Essaadi de Tetuán. Los resultados de este descubrimiento se han publicado el 23 de enero en la revista Scientific Reports, del grupo editorial Nature.

Vista aérea del litoral marroquí donde se han encontrado las huellas de Homo sapiens datadas en 90.000 años.

Humanos que vivieron hace más de 90.000 años

La investigación geológica y la datación por luminiscencia ópticamente estimulada de una muestra de roca extraída del lugar donde se identificaron las huellas sitúan el momento de su formación en el Pleistoceno tardío. Más concretamente, los investigadores estiman que las huellas datan de hace 90,3 ± 7,6 ka, lo que las convierte en las huellas humanas más antiguas halladas en el norte de África.

El análisis de las huellas en cuestión ha arrojado luz sobre las características fisiológicas de estos Homo sapiens, revelando que fueron dejadas por un grupo de individuos de diferentes edades y sexos.  Las medidas detalladas de la longitud de las 81 huellas encontradas indican tamaños que oscilan entre 12,7 y 30,0 cm, lo que indica que las huellas correspondían a individuos cuya estatura se estimaba entre 120,8 y 189 cm. La mayoría de ellas pertenecerían a individuos cuya estatura se estima superior a 140 cm. Estas longitudes corresponden a las tres clases de edad: niños, adolescentes y adultos, de tal forma que 31 de estas huellas se atribuyen a niños, 26 a adolescentes y 24 a adultos. Esta distribución puede variar, ya que el modelo utilizado para estimar las clases de edad incluye algunas incertidumbres basadas en la longitud media del pie para cada edad.

Se estima a su vez, que las 81 huellas medidas corresponden al menos a 5 individuos, entre los que habría un niño pequeño (entre 1 y 4 años), un niño mayor (entre 4 y 8 años), un adolescente o adulto pequeño (148,8-161,8 cm), un adulto mediano (162,9-175,9 cm) y un adulto grande (176,2-189,0 cm) que probablemente sea varón, basándose en el dimorfismo sexual de tamaño conocido en los Homo sapiens fósiles y actuales.

Diferentes rastros de las pisadas atribuidas a Homo sapiens.

Lo que dicen las huellas de estos humanos sobre sus vidas

Las huellas halladas en Larache sugieren que un grupo social más amplio ocupó la zona. La composición reflejada en las huellas no es necesariamente la de todo el grupo, ya que es posible que sólo estuviera presente una parte del mismo. Es probable que la realización de determinadas tareas pudiera llevar a la selección de individuos.   

La pregunta inmediata es: ¿qué hacían estos individuos en el yacimiento? La respuesta podría arrojar luz sobre ciertos aspectos de la vida de los humanos que ocuparon esta región de Marruecos hace más de 90.000 años.

Como no se han encontrado estructuras de ocupación en las proximidades, este yacimiento podría corresponder a un lugar de paso y/o de búsqueda de alimento. Dado que los Homo sapiens del Pleistoceno eran cazadores-recolectores, los individuos en cuestión habrían dejado las huellas mientras buscaban probablemente comida. Numerosos descubrimientos arqueológicos, sobre todo en Marruecos y especialmente en la región de Rabat-Temara, han demostrado la importancia de las zonas costeras para el acceso a los recursos, ya fueran materias primas, presas o incluso plantas. Más concretamente, todo parece indicar que estos individuos se dedicaban a la actividad pesquera, pues la orientación preferente de las huellas hacia el mar abierto podría indicar quizás una búsqueda de recursos marinos.

Vistas naturales y elevación 3D sombreadas de algunas de las pisadas estudiadas. Barra de escala, 2 cm.

Otro elemento interesante revelado por el estudio de las huellas es la presencia de niños en el grupo. Es muy probable que la presencia de niños pequeños indique que éstos estuvieran contribuyendo a la búsqueda de estos recursos, lo que podría proporcionar información única sobre el comportamiento social de las poblaciones de Homo sapiens del Pleistoceno. No obstante, serán necesarios más estudios futuros para validar esta hipótesis.

¿Qué importancia tiene este descubrimiento?

Este descubrimiento es de gran importancia, pues no sólo son las huellas más antiguas halladas en el norte de África, sino también algunas de las más antiguas del mundo. Desde el punto de vista icnológico, las huellas de Larache representan un descubrimiento notable. De hecho, en ningún otro yacimiento del norte de África se han encontrado huellas del Pleistoceno o del Plioceno. El yacimiento de Larache también es importante por el número de huellas descubiertas, ya que 81 huellas es un número muy significativo. La mayoría de los yacimientos, incluidos los mencionados anteriormente, han proporcionado, en el mejor de los casos, menos de una docena de huellas.

En segundo lugar, la importancia de este descubrimiento se explica también por el hecho de que se trata de huellas, que representan un “vestigio significativo” que proporciona información directa sobre los individuos que las dejaron. Las huellas representan instantáneas en el tiempo y proporcionan información directa sobre las características biológicas (altura, edad, masa corporal), biomecánicas (velocidad, marcha) y de comportamiento de los grupos de Homo sapiens.

Además, este descubrimiento es una prueba más de la importancia del norte de África, y de la región marroquí en particular, durante la evolución del Homo sapiens. Aunque el norte de África ha estado ocupado por humanos desde hace al menos 2,4 millones de años, es en Marruecos donde se han encontrado los restos más antiguos de Homo sapiens: fósiles de Jebel Irhoud que datan de hace 315.000 años. Si bien los restos fósiles atestiguan la presencia humana en las costas atlántica y mediterránea durante los periodos más recientes, las investigaciones ulteriores en Marruecos y en la región deberán sin duda arrojar más luz sobre los orígenes, el modo de vida y la evolución de nuestra especie humana.

Referencia bibliográfica: Sedrati, M., Morales, J. A., Duveau, J., M’rini, A. E., Mayoral, E., Díaz‐Martínez, I., … & Rivera-Silva, J. (2024). A Late Pleistocene hominin footprint site on the North African coast of Morocco. Scientific Reports14(1), 1962. https://doi.org/10.1038/s41598-024-52344-5